Carretera Austral


Este viaje nace gracias a la opción de que por primera vez podíamos ocupar el Camión. Nadie nos tenía mucha fe en un principio ya que un viaje tan largo en un vehículo tan lento podría no tener buenos resultados. El destino salió por que es un lugar poco accesible y además muy lindo. Todos teníamos la intención de conocerlo. Con el paso de los meses y cada vez más cerca de la fecha de inicio nos dimos cuenta que podría ser real. Luego de muchas dificultades, entre ellas la licencia de conducir, el dinero requerido y uno que otro problema mecánico, logramos salir de Concepción.
Desgraciadamente no pensábamos en que esta idea se podía convertir en un blog y por lo tanto no anotamos una bitácora de viaje, por lo que pedimos las disculpas del caso si es que omitimos algún tipo de información.


Para ver todas las fotos en detalles entra a:
http://www.flickr.com/photos/50717682@N07/sets/72157624060077011/
Día #1
Salimos desde Concepción alrededor de las 3 de la tarde con rumbo a Antuco, en donde nos esperaban amigos de la zona con unas espectaculares empanas de pino. Compramos los últimos detalles, parchamos artesanalmente la carpa y seguimos camino hacia el paso fronterizo de la zona (Pichachén). Llegamos bastante tarde y por ende no pudimos cruzar. Pasamos la noche cerca del refugio militar en donde la alegría de haber empezado el viaje era inmensa. Sabíamos que nos esperaba un día muy largo, por lo tanto nos fuimos a nuestros sacos muy temprano. El tiempo nos acompañaba por lo que decidimos dormir a la intemperie.
Día #2
Cruzamos muy temprano ambas aduanas sin grandes contratiempos, en Argentina fueron más minuciosos a la hora de revisar el camión, pero no fue más allá de 45 minutos. Viajamos todo el día e incluso parte de la noche ya que teníamos que llegar lo antes posible al paso fronterizo de Futaleufú (aproximadamente 1000 km). La noche la pasamos en medio de la carretera luego de tener un problema mecánico que nos opaco el día. No sabíamos de qué se trataba, solo nos detuvimos a dormir.
Día #3
A penas llegamos a Esquel, ya que había perdido todo el aceite y no sabíamos que pasaría. En Esquel contactamos un mecánico que dijo que nos podría ayudar, el cual se presento muy amablemente y nunca quiso revelar cuánto nos costaría el arreglo. Estuvimos todo el día parados, ya que el problema mecánico no era menor, la empaquetadura. Luego de unas cuantas horas el camión estaba nuevamente disponible para el viaje. El mecánico se nos acercó y nos dijo “son solo $1.200”, no lo podíamos creer ya que equivale a más de $150.000 pesos chilenos. Luego de una discusión de si seguir o no, optamos por seguir adelante el viaje y no terminarlo por un inconveniente como este. Reorganizamos la distribución de los dineros y seguimos rumbo al paso fronterizo de Futaleufú. Fuimos unos de los ultimo en pasar, ya que era muy tarde. Luego decidimos no parar en Futaleufú y seguimos rumbo a Chaitén en donde a medio camino paramos a dormir, en un sitio muy agradable.
Día #4
Seguimos nuestro rumbo a la casi abandonada Ciudad de Chaitén, en donde uno de nosotros tenía un compañero de curso el cual nos estaría esperando. Luego de un rato este personaje apareció, Nelson Alderete, quien nos mostró lo que queda de la Ciudad. Es realmente impresionante el poder de la naturaleza y la fuerza que tienen los pocos pobladores que quedan para seguir viviendo en esas condiciones (no tienen agua ni luz). Amablemente nos ofreció ir a su casa en donde nos prestó un quincho para pasar la noche. Antes de esto decidimos ir al rio a pescar y conocer más el lugar. Luego de esto, empezaron los problemas, el camión no frenaba ni tampoco pasaba los cambios. Revisamos que podría estar pasando y nos dimos cuenta que una cañería había reventado. Decidimos dejar el camión cerca de la ciudad y nos devolvimos hacia la casa de los Alderete Ulloa en donde pasamos la noche.
Día #5
Muy temprano volvimos al camión para ver que sucedía, era una pana bastante simple pero el problema es que no hay mecánicos ni nada por el estilo. Paso todo el día sin poder hacer mucho, con varios intentos frustrados de arreglos. Por mientras nos invitaron a conocer la “Nueva Chaitén” la cual da una inmensa impotencia ya que es una falta de respeto para los pobladores, no existe tal ciudad son solo un par de conteiner con los servicios básicos. De vuelta a Chaitén y sin aun poder arreglar el camión, nos quedamos nuevamente en la casa de los Alderete Ulloa.
Día #6
Tres de nosotros fueron al camión a tratar de arreglarlo. Mientras en la casa la familia nos preparaba un rico cordero al palo mientras otros trabajábamos para cortar el pasto y ordenar (un pequeño aporte a la gran acogida que nos brindó la familia). Después, y por esas casualidades de la vida, apareció un mecánico el cual fue muy gentil y nos reparó el problema (una manguera de alta presión y un par de abrazaderas). La alegría en el grupo era desbordante ya que veíamos como se hundía nuestro viaje. Nos despedimos ilusionados de la familia para seguir nuestro viaje. Antes de partir nos obsequiaron un gran trozo de queso para el camino, el cual no duró más allá de 150 kilómetros. Seguimos el viaje bastante tarde, por lo que tuvimos que dormir en medio del camino a la altura de La Junta.
Día #7
Seguimos en dirección al Parque Nacional Queulat, en donde pasado el poblado de Puyuhuapi se nos cortó el acelerador. El arreglo fue bastante rápido, ya que usamos la piola de freno de la bicicleta para repararlo. Entramos al Parque Nacional para ver el Ventisquero Colgante. Luego de un trekking de aproximadamente una hora, llegamos al mirador en donde se podía ver el impresionante Glaciar. Descansamos alrededor de 30 minutos y volvimos hacia el estacionamiento del Parque para seguir con nuestro viaje, el próximo destino era Coihaique. Llegamos el mismo día pero muy tarde, y no teníamos lugar para quedarnos. Uno de los miembros del equipo tenía un contacto de un amigo de su Papá que luego de un rato logramos comunicarnos y nos prestó una cabaña bastante equipada para pasar la noche. Esa noche fue de reunión, ya que los gastos habían subido bastante y no nos acompañaban del todo las billeteras. Luego de mucho rato de discusión reevaluamos la ruta, calculamos de nuevo el tema del petróleo y decidimos seguir en marcha.
Día #8
Nos quedamos todo el día en Coihaique, recorrimos un poco el lugar, arreglamos unos temas del camión, aprovechamos de ocupar cajeros automáticos, entre otras cosas. Fue un día de descanso. Nuevamente pasamos la noche en la cabaña que nos prestaron y nos acostamos temprano para seguir nuestra ruta a primera hora.
Día #9
De Coihaique seguimos hacia Villa Cerro Castillo en donde esperábamos ver el majestuoso cerro con su particular forma, pero el clima nos  jugó en contra ya que estaba completamente nublado. Esperamos alrededor de una hora esperando que despejara pero no ocurrió. Luego de este frustrado intento seguimos nuestra ruta hacia Puerto Tranquilo, más específicamente, Puerto Mármol, en donde el color de las aguas del Lago General Carrera era de una hermosura increíble, un color que uno piensa que solo encuentra en el Caribe. Luego de bordear un buen rato el Lago llegamos a Puerto Mármol, en donde contratamos el servicio para visitar las Cavernas y Catedrales de Mármol. En un bote al estilo chilote, nos dirigimos, en conjunto con una pareja de argentinos, hacia dichos monumentos. Pensábamos que era similar al mármol pero una vez dentro de ellas nos dimos cuenta de que realmente eran de dicho material. Es un destino imperdible y poco explotado por los chilenos. Fue uno de los puntos más alto del viaje, realmente quedamos asombrados. Saliendo de Puerto Mármol, nos encontramos con una familia de chilenos que se habían quedado pegados por el mal estado del camino. Los ayudamos a salir, nos sacaron una foto y nunca la enviaron. Seguimos el viaje hasta Puerto Bertrand, pequeño poblado que se sitúa en la costa del Lago Plomo y Bertrand. Encontramos un lugar en la orilla del rio Baker muy lindo y perfecto para dormir. No hacía mucho frio y nuevamente algunos dormimos afuera.

Día #10
Nos levantamos mas tarde y decidimos descansar medio día en el lugar, aprovechando así el hermoso sector que encontramos. Al medio día seguimos nuestro camino con dirección a Cochrane, en donde solo pasamos ya que nuestro destino del día era Caleta Tortel. Manejamos hasta dicha Caleta en la cual se anunciaba muchísima lluvia, y así fue. Una vez allí nos dejamos encantar por lo pintoresco del lugar. Todas las casas, calles y plazas están sobre palafitos, nunca uno toca el piso, siempre se está caminando por estas plataformas. Caminamos mucho rato para conocerlo a cabalidad y luego de este cansador trayecto volvimos al Unimog. Volvimos hasta el cruce de Caleta Yungay y paramos a pasar la noche en un costado de un paradero que sirvió como refugio para cocinar.
Día #11
Nos levantamos muy temprano para tomar la primera barcaza en Puerto Yungay que comunica con Villa O’Higgins. En la espera del transbordador armamos un desayuno rápido para luego embarcarnos. El cruce duró a lo más 40 minutos, en los cuales aprovechamos sus instalaciones y su calefacción. Llegando a Rio Bravo tomamos el camino en dirección a Villa O’Higgins. Dicho camino de no mas allá de 120 km, era bastante peligroso y toma alrededor de 3 horas. Este largo trayecto se hace bastante corto por los hermosos paisajes del lugar y de su fauna, que para nuestra suerte, se nos cruzó un Huemul. Llegamos a Villa y quisimos ir a sacarnos la foto con el cartel que indica el hito final de la Carretera Austral. Llegamos al Lago O’Higgins y no estaba dicho cartel. Luego preguntando, nos dijeron que lo habían sacado para reparaciones y mantenciones. Fue una gran pena el hecho de no lograr esa foto, pero los recuerdos del lugar no se nos olvidaran nunca. Terminado esto quisimos volver maratónicamente hasta la barcaza y alcanzar su última salida pero en medio del camino quedamos sin limpia parabrisas por lo que tuvimos que disminuir la velocidad y pasar la noche en la orilla del puerto. Pasamos bastante frio, pero nada que un buen café no pueda solucionar.
Día #12
Tomamos la primera barcaza de la mañana, nuevamente estuvimos embarcados alrededor de 40 minutos (completamente gratis) y seguimos nuestra ruta, ya de vuelta, hacia Chile Chico en donde debíamos cruzar a Argentina para nuestro regreso. Llegamos bastante tarde pero logramos pasar. La noche la pasamos en la ruta misma.
Día #13 y Día #14
Solo viaje, tratando de parar lo menos posible. Cruzamos a Chile por el Paso de Pucón, el cual se encuentra en regular condición. Luego seguimos por la ruta 5 y llegamos a nuestro querido hogar Concepción.

El viaje fue todo un éxito, claramente lo volveríamos a hacer. Quedan muchas cosas por mejorar pero estamos recién comenzando con nuestras aventuras. Quedan varias enseñanzas de este viaje, entre ellas es tener dinero por eventualidades y materiales para reparar cualquier tipo de problema mecánico.




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