Laguna de los Patos


En el invierno del 2009 cuatro de nosotros fuimos en busca de una laguna que se comentaba, en el pueblo de Antuco, que era prácticamente virgen. Revisamos en Google Earth y efectivamente existía dicha laguna (sin nombre) y es más, no era una, eran seis lagunas.
Viajamos hasta Antuco y luego empezó nuestra caminata. Caminamos, cargados con nuestras mochilas, desde el puente colgante hacia la Sierra Velluda, todo el rato bordeando el rio Rucué. Luego de dos días llegamos a un hotel abandonado, que nunca alcanzó a entrar en funcionamiento por una serie de problemas familiares. En aquella ocasión no había nadie, ni siquiera el cuidador. Seguimos avanzando un día más, luego de caminar por distintos senderos y no saber si el camino era correcto. Nunca llegamos a dichas lagunas, según el GPS estuvimos a unos 2 km de alguna de ellas, pero no las vimos.
Por la historia anterior quedo en nuestra mente alguna vez dar con las lagunas y preparamos otro viaje, esta vez en el Unimog.
 
Nuevamente decidimos intentarlo. Está vez en el camión y con 3 de los 4 que fuimos en primera instancia, otro del equipo que no fue la vez pasada y dos invitadas. Luego de revisar bien los mapas y todo para poder llegar, emprendimos nuestro viaje.
Día #1
Mayo del 2010. Salimos de Concepción, luego de una serie de trámites alrededor de las 12 de la noche. Llegamos a Antuco a las 3 de la mañana, nos esperaban unos viejos amigos con la idea de dormir, pero nosotros armamos un fuego y comimos unos choripanes ya que no habíamos comido nada. Eran las 4.30 de la mañana y nos fuimos a dormir.

Día #2
Salimos en rumbo al puente colgante al medio día, para empezar el mismo trayecto que habíamos hecho hace un año a pie. La gran diferencia es que en tan solo 3 horas llegamos al Hotel abandonado, en donde esta vez sí estaba el cuidador y gentilmente nos dejó pasar. 
 Él nos indico el camino, para que no nos perdiéramos como el viaje anterior y seguimos esa ruta. El camino estaba bastante malo, cabe señalar que con el terremoto vivido en la zona, partes del camino se encontraban prácticamente en el suelo.  Luego de dos horas llegamos a una especie de meseta con una increíble vista a la Sierra Velluda donde el camino seguía muy poco marcado hacia abajo. 
 Seguimos el camino y nos encontramos con árboles en el suelo, grietas y distintos obstáculos. Llegando a cierto punto se acababa el camino y decidimos seguir a pie. Luego de armar los bolsos caminamos 10 minutos y se acababa el sendero, según nuestros cálculos la laguna debía estar detrás del cerro que se veía. 
Volvimos al Unimog y retrocedimos hasta la meseta, en la cual se veía un sendero para hacer trekking en dirección al cerro. Era bastante tarde pero igual hicimos parte del sendero sin bolsos. Caminando nos encontramos con nieve, lo que nos señaló que estábamos bastante altos (según el GPS estábamos a casi 2.000 mts), seguimos un par de minutos y ahí estaba. Se veía al final del valle 3 lagunas, impresionante el paisaje. Decidimos volver al campamento base para hacer el sendero completo al otro día. Llegamos al camión preparamos algo para comer, una fogata y unos tragos. Después de dos horas, con mucho frío, nos fuimos a dormir.

 Día #3
Despertamos y el asombro fue de todos. Estaba nevando y mucho. Cambio todo el paisaje, de una árida cordillera a una impresionante manta blanca alrededor de todos los cerros. 
No fue impedimento para seguir con el viaje y nos pusimos a caminar. Caminamos unas dos horas, hasta que entremedio de unos árboles, con bastante poca visibilidad producto de la nieve, divisamos una gran masa de agua. La alegría fue despampanante, ya que la fe poco a poco se iba perdiendo. Es impresionante encontrar una laguna en medio de la nada y además saber que muy pocas personas han sido capaces de llegar. 
Luego de sacarnos un par de fotos, volvimos hacia el camión para empezar con el descenso, ya que con la nieve que se había juntado iba a ser bastante lento (no andábamos con cadenas). Una vez en el camión, empezamos el retorno. Al minuto de andar, empezaron los problemas, la nieve producía que el camión no tuviera casi nada de adherencia en el terreno, por lo que, sin pensarlo dos veces, bajamos algunos a hacer huellas de camino con palas.
 El retorno hasta donde se nos acabó la nieve duró alrededor de 3 horas. Avanzamos por el camino de regreso hasta donde habíamos acampado en la primera vez que hicimos el viaje. En el sector no había nieve y estaba bastante protegido. Estábamos comiendo y para sorpresa de nosotros, la nieve empezó a caer. Bastante raro ya que habíamos bajado mucho y estábamos al lado del rio. No quedó otra que protegernos de la nieve y dormir.

Día #4
Nos levantamos nuevamente con nieve, pero solo una pequeña capa, que el sol lentamente la derretía. Ordenamos las cosas y empezamos el viaje de vuelta. 
Dos horas más tarde llegamos a Antuco, en donde nuestros amigos no creían que, por fin, habíamos encontrado la laguna. Por el lugar, la poca gente que la conoce, la llaman Laguna de los Patos o Laguna Picaflor. Aún es un misterio su verdadero nombre, pero no es lo que importa, ya que independiente de cómo se llame, nosotros logramos llegar.